dilluns, 30 de gener del 2012

EL COLOR DE UNA SONRISA







El maldito cuadro seguía arrinconado en la penunbra de la pequeña habitación de los trastos. Había empezado a olvidarse de su existencia pero al pasar ante la puerta le llamó la atención. Las pocas pinceladas cubriendo la tela le hicieron recordar lo que había debajo antes de tapar toda la superfície con óleo color marfil. Le parecía ahora tan vacío...nadie podía imaginar que antes hubiera estado tan repleto de objetos, de tiempos, de perspectivas y de contrastes, aunque no era un cuadro alegre, era demasiado oscuro, oscuridad de naturaleza muerta o de bodegón propio de una casona rústica en pleno pirineo Catalán abandonada en manos del polvo desde el cual el tiempo describe su silencioso transcurrir. Las manos de la artista habían logrado transmitir una pasión olvidada que no había llegado a ensuciar la paleta, el abandono mudo integrado en el ruido excesivo , en el movimiento imparable, en el transito anónimo y casi mecanico de la gente que no se detiene a mirar a los ojos de la vida, cegados por la oscura cotidianidad. Se le antojaba ahora tan ajeno. Tal vez las pequeñas pinceladas sin forma que ahora lucían en la tela hubieran servido simplemente para cubrir esa imagen muerta que como por inercia solía arrastrarla hacia ella, que la absorbía sumiéndola en la cara más oculta de la resignación.

Sonrió... y se percató entonces de que había recuperado esa sonrisa tan suya, tan sincera, tan ingenua a veces, tan pícara otras, esa sonrisa del corazón que no perdería aunque el cuadro se quedara en esas cuatro pinceladas sin rumbo ni horizonte.

Cerró la puerta sin dejar de sonreír...


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dijous, 26 de gener del 2012

BAJANDO DEL TREN DE MEDIANOCHE...






Mi mano comenzaba a esbozar la profundidad de unos ojos inmensos. El pincel se deslizaba sobre la tela sin detenerse a calcular su destino, sin rumbo fijo, suave y libremente. A medida que su danza dibujaba movimientos en el aire algo empezaba a perfilarse en el lienzo adquiriendo una forma suelta aunque no demasiado concreta, más bien confusa , algo dispersa. No lograba vislumbrar a donde me llevarían aquellas autónomas pinceladas ni cual iba a ser el resultado final de la obra.

La mañana era apacible. Fría y apacible.Soleada y apacible. La puerta del balcón estaba entreabierta y el aire penetraba en la estancia acariciando mi rostro con el roce mimoso con que lo haría una madre. Mi alma flotaba  serena, silenciosa, relajada, casi dulcemente dormida por la suave melodía que aquella brisa fresca susurraba a mi oído mientras arrastraba consigo los residuos de un llanto que moría aún antes de nacer, como la pintura que tenía ante mis ojos que ahora la miraban  con signo de interrogación...

El pincel apenas había iniciado su recorrido y el  desencanto ya comenzaba a hacerse presente en mi mano. Que extraña sensación... Observaba las pocas pinceladas que cubrían el lienzo y no me inspiraban casi nada, simplemente, no las sentía como mías, ¿qué tenía? nada. Sólo algunas pinceladas difícilmente interpretables que se quedaban en nada. Ni siquiera sentía la necesidad de continuar...

Miré por la ventana. La mañana era preciosa para renunciar a la complicidad de su guiño. Me puse la chaqueta y el fular y me dispuse a salir a pasear. Antes de dejar la casa volví a detenerme en el cuadro inacabado que reposaba sobre el caballete, había empezado a parecerme demasiado abstracto para mí y no quería perder mi sonrisa...


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diumenge, 22 de gener del 2012

LA SOLITUD


La solitud és una mà que escriu un nom sobre la sorra,
on balla el vent belles cançons de mariners sobre les ones,
on les paraules fan el buit als cors ferits d'enamorades,
on uns bons ulls tenen més llum per detectar falses mirades.

La solitud és el silenci d'una nit que no està escrita,
un bell desig ben amagat en una  mà que es fa petita,
un dubte ocult que es fa més gran quan es tancat  rere una porta
o la saviesa d'un cor vell que abans de fer, mira i escolta.

La solitud és un mirall on hom es troba cara a cara.
És un diamant sense pulir, un tresor perdut o pedra rara,
és com la lluna menyspreada per la lluentor d'un sol roent
que a la nit  fosca ens  il.lumina allò amagat que no veiem.

El so seré d'una havanera, la pau d'un capvespre estiuenc,
la pluja netejant uns ulls entelats que ara miren  al cel,
el lloc on es filtren  les paraules i trobem  les veritats
on pot  bellugar lliure l'ànima i on el cor resta aturat.






LA SOLEDAD


La soledad es una mano escribiendo un nombre sobre la arena,
donde baila el viento bellas canciones de marineros sobre las olas,
donde las palabras hacen el vacío a los corazones heridos de enamoradas,
donde unos ojos sanos tienen más luz para detectar falsas miradas.

La soledad es el silencio de una noche que no está escrita,
un bello deseo bien oculto en una mano que se queda pequeña,
una duda escondida que crece cuando se la encierra tras una puerta
o la sabiduría de un viejo corazón que antes de hacer, mira y escucha.

La soledad es un espejo donde el hombre se encuentra cara a cara.
Es un diamante sin pulir, un tesoro perdido o una piedra rara,
es como la luna despreciada por el brillo de un sol radiante
que en la noche oscura nos ilumina todo aquello que no vemos.

El sonido sereno de una habanera, la paz de un atardecer veraniego,
la lluvia limpiando unos ojos empañados que ahora miran al cielo,
el lugar donde se filtran las palabras y encontramos las verdades
donde se mueve con libertad el alma y el corazón queda parado.  






divendres, 20 de gener del 2012

SILENCIS


Hi ha silencis que fereixen
pot ser més que les paraules,
perquè són plens d'interrogants
que fan trontollar la confiança,
però en el  fons no són dolents
només lladres de paraules,
són tan sols un temps callat
entre la sorra i l'onada.

Són un recurs apagat
que deixa l'ànima en calma,
que sedueix a l'esperit
que s'ha perdut a la platja;
es necessiten per trobar
la llum de la matinada
que ens torni a fer vibrar el cor
omplint d'amor les paraules.

Pot ser no hi ha més motiu
que un so poruc que s'amaga
per temor de ser ferit
per un cor agosarat
que ara demana paraules.
Pot ser espera per morir
que l'aigua del mar dormi en calma
llavors el mots tornaran
a trobar el seu lloc a la platja.



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dissabte, 7 de gener del 2012

Necesitaba una abrazo...cálido y tierno...fuerte y protector...mientras miraba aquellos ojos fríos, desafiantes, agresivos...mientras aquella frase se repetía incesantemente en su cabeza, mientras veía su sangre derramada sobre la tierra seca que escribiría su historia. La había convertido en su enemiga en un instante, así de simple, o conmigo o contra mí, víctima de una batalla que ni siquiera era la suya, una batalla de otros que él se apresuró a utilizar  para marcar fronteras, para lucir sus arsenales de guerra, para aplastar a los contrarios aún antes de manifestarse.Tal vez, lo imaginaba...

... ¿Qué hacía ella, allí? Su corazón bombeaba la sangre a su cabeza sin darle tiempo a reaccionar, podía sentir su  boom boom, como timbales resonando en manos de guerreros tribales en mitad de la noche esperando impacientes el amanecer para beber hasta la última gota de sangre de los derrotados.

En un momento fugaz disfrazado de lucidez algo pareció decirle que tal vez no era el momento...pero no,ella lo sabía, el momento era lo de menos, lo preocupante era la fuerza del que se convertiría en su enemigo sin ningún  escrúpulo, su fuerza, su poder, y su mano cruel que amenazaba aplastarla despiadadamente .

Sentada en un banco cualquiera de una plaza cualquiera, podía sentir la brisa fresca de la tarde sobre su rostro abatido, acariciando su piel, mientras se preguntaba, cómo encajaba  una guerra en el respeto a la libertad ajena, y si la paz era motivo suficiente para no arriesgarse a morir.

Recordó su mirada y aquellas palabras...¿Había sido siempre así? o ¿ era ella la que había cambiado?. El caso era que no dejaba de preguntarse ¿qué narices hacía ella allí?...

Necesitaba un abrazo...

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