dilluns, 13 de setembre del 2010

NO LA SENTS...?

Entre la boira i la nit
d’una màscara constant
s’amagava el trist esguard
de la por i la solitud
i del silenci d’una veu
absent, desconeguda, distant,
cridant un teatre mut.

Les llàgrimes mortes dels anys
es perdien darrere el vel
observant el lent passar
de la música que sabia
que mai no podria ballar,
malgrat els seus peus inquiets:
Notes d’aquells ulls verds.

Prohibit era el seu reflex
que bategava al cor ferit
com suau caricia a la pell,
com bes d’uns llavis humits;
travessant presons de vels
opacs a la llum del dia,
embolcallant en llençols blancs
el somni nu de la nit.

Ningú va sentir el seu plor...

.

¿NO LA OYES...?

Entre la niebla y la noche
de una máscara constante
se ocultaba la triste mirada
del miedo y la soledad
y del silencio de una voz
ausente, desconocida, distante,
gritando un teatro mudo.

Las lágrimas muertas de los años
se perdían detrás del velo
observando el lento transcurrir
de la música que sabía
que nunca podría bailar,
a pesar de sus pies inquietos:
notas de aquellos ojos verdes.

Prohibido le era su reflejo
que latía en su corazón herido
como suave caricia en su piel,
como beso de unos labios húmedos;
atravesando prisiones de velos
opacos a la luz del día,
envolviéndo en sábanas blancas
el sueño desnudo de la noche.

Nadie la oyó llorar...

.

1 comentari:

Ave Mundi Luminar ha dit...

Quizá por eso necesitamos la noche... quizá porque con el paso del tiempo, cada vez tenemos más de esos 'velos opacos a la luz del día' colgado en las ventanas de nuestra alma..

Lo malo es que ... es que .. como muy bien expresas en tu poema... la luz de la noche en demasiadas ocasiones, solo deja en nuestra piel el poso de la 'amarga-miel' de la nostalgia.

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