Ahora recuerdo tus palabras pronunciadas a destiempo
quebrando un silencio que nunca tuvo intención de romperse,
sin percibir que aquel mutismo tenía en su voz impreso
clara sintomatología de putrefacción y muerte.
Quizás me imaginaste esperando paciente en un andén
y tu regreso como un rayo de sol en la oscuridad,
y al ver que no estaba en la estación esperando ningún tren
decepcionado te encerraste en tu eterna soledad .
Desprovisto del poder de tu arrogancia, eres alma en pena,
cual bufón que perdió su condición de payaso sonriente;
te resististe a creer que no sólo soy un tren que espera,
pues tu altivez no contempló que puedo ser tren que se pierde.
Y dominándote el despecho, con desprecio me pagaste.
Fue, para ti, el ataque la mejor forma de defenderte;
y de mi infancia el recuerdo de una fábula retornaste :
"si no puedes coger la fruta, no me digas que está verde".
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PD:He rescatado esta poesía de mi adolescencia y me hace ilusión publicarla aquí, debía tener 19 años y aunque este no fue mi primer amor, ni siquiera el más importante, sí le doy el título de "relación de la que más aprendí".
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2 comentaris:
Justamente , esto me hace acordar a ese amor que yo también tube.
Siempre existio esa relacion quizas minuscula alrededor de otras , pero de la cual , uno se lleva mil aprendisajes !
Es muy inspirador el poema!
saludos !
Escribes muy pero te queda pendiente escribir un poema en catalan y castellano en la misma obra. un saludo L.Vilches Moya
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